Primavera viene

Carmela Carmela.

Viene con frenesí y cumbias por doquier. Viene con luces, farolas, balizas azules,

fuegos artificiales, todo junto, dentro de la población. Prepárate para esta

primavera que viene pimpollo y sonidos de maracas en la noche. Viene

premonitoria y embriagada en pipeño surtido clandestino o entregado por un

delivery todo hollin. De néctar y aromas te rejuvenecerás al mismo tiempo que

unos cabros corren empujando neumáticos para hacerlos barricadas, mientras

otros iguales están pillados con el consumo. (Si no es pasta base es televisión,

si no es televisión es videojuego si no es videojuego es el like constante en la

selfie, en la funa). Viene con la alarma sonando de un automóvil estacionado

donde se posó un gato.

Carmela Carmela.

Aquí la primavera es personaje, fiesta, pulsión-raíz; despertar en el picante

necesario para hacernos capullo, gallo que canta al mediodía, llamada telefónica

a quien nos recuerda el cañonazo de las 12:00. Bienvenida primavera, sol

equinoccial justo en la línea de tiempo del 50 y 50, entre hemisferio y hemisferio.

Los morenos y su rubiedad; los rubiios y su morenidad. Los nativos de todos los

recovecos escondidos, salen para volver a sus selvas, pantanos montañas,

caletas. Se viene la gran ola, tenemos que surfear.

Carmela Carmela.

Se levantan los espíritus, se levantan los espíritus, vienen con propóleos

arrancado de las abejas obreras; vienen con la miel perfecta para cubrir el

amargor de boca. Ya nada es igual al frío que vivimos. Ahora está todo en la

corrección de los parajes, por los cuales cruzas descalza, cruzas a busto

desnudo, cruzas en la semilla ya hecho un filamento con el sol. Ahora vienes,

concéntrate en tu destino, primavera, joven primavera, renovación primavera, luz

miti miti entre el frío y el calor. Viento de volantines, mocos colgando, polen

sugerido para todas las narices que olfatean la sexualidad de todo lo que va y

viene en este solar.

Carmela Carmela

Sigue caminando en fase mujer desnuda, que aparece entre los árboles que

brotan a su paso. Sigue compartiendo la savia, hembra sin depilar. Sigue

escudriñando la huella de aquellas que ya han parido muchos muchas hijas

proyectos, deptos. Celebran tus dotes, te los quieren agarrar. Fémina,

voluptuosa y fragante a sudor, persona que ya ha logrado temple en sus fluidos.

Camina con tu macho poeta, primavera ampliada en el concierto de los insectos,

en el pan salido del horno, en la infusión con agua caída de la lluvia recién

pasada. Ven Primavera, suelta a estos caballos de feria y permíteles el campo

de por vida, aunque sea un cementerio.

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