Punto fijo

Esperando los mensajes venidos del alto cielo, quedó varado entre una multitud empujada por el horario. Sin saber dónde ir, insistió en la quietud de una piedra. La muchedumbre lo sorteaba como el curso de un agua sin mayor apuro que su propia gravedad. Quiso abrir sus ojos, pero todos insistieron en que los tuviera cerrados. Todos los presentes avanzando en su derredor, lo cuidaron para que pudiera lentamente transformarse en estatua. Nunca llegó el gran mensaje desde lo de arriba, pero desde lo de abajo todos hicieron el mayor esfuerzo para que no abriera sus ojos, de esa manera lo creyeron un gran despierto, más no vivo. Generación tras generación lo hicieron punto de referencia, más nunca hizo cosa alguna. Solo se mantuvo quieto hasta el día de hoy. De repente, cada cierto tiempo, bandas militares elevan música en su honor.

Comentarios

Entradas populares